Un futbolista alemán toca un pecho a la mujer árbitro
Sucedió el pasado fin de semana en la Segunda División de Alemania. El futbolista Peter Niemeyer, del Hertha de Berlín, le tocó una teta a la árbitro, Bibiana Steinhau. El jugador se hace el despistado, ella se sonríe, y la prensa lo trata como algo casual y jocoso. Es verdad que tiene gracia, pero una cosa os digo: ¡de casual nada!
Se ve a leguas que Niemeyer le quiere tocar las tetas a Steinhau, y lo hace a propósito aunque luego disimule. No le culpo, porque la señorita no está nada mal y hay que sumarle el morbo añadido de ser árbitro. Aunque si en lugar de esa pícara sonrisa hubiera reaccionado con una tarjeta, no sería desorbitado.
Analicemos el vídeo. Primero Niemeyer tantea dónde esta colocada Steinhau para calcular su manotazo. Y no lo hace mirándola a la cara, sino a las tetas. La posición de la mano es cerrada, apretada, buscando el máximo tacto. Pero cuando saludamos a alguien con ese estilo, lo hacemos con la mano muerta. Y por último, su reacción. Si hubiera sido sin querer, habría reaccionado rápidamente pidiéndole disculpas, pero lejos de ello se queda un rato haciéndose el sueco, hasta que Steinhau reacciona con una sonrisa y él, un rato después, le levanta la mano en señal de disculpa.